¡Hola! Desde hace
unos días he notado algo diferente con mi voz; dolor, falta de brillo… y resulta que estoy resfriada o algo así.
Como cantantes, esos momentos en los que sentimos que hay algo malo que nadie
más nota pueden convertirse en frustrantes
o molestos. EL temor a lo desconocido acentúa esta sensación y comenzamos a preocuparnos, a veces demasiado
o sin razón suficiente.
Pero hay que
tomárselo con calma.
Seguramente habrán
oído o leído alguna vez sobre los típicos cuidados de la voz, tomar
agua a temperatura ambiente, descansar la voz… Como dice mi profesor de física,
aplicar el “sentido común”.
Creo que lo más importante es conocer al propio cuerpo (y a la voz) y saber
qué nos afecta y que no, y usar esta información coherentemente. Es decir; si a
alguien el chocolate no le sienta bien, no significa que vaya a prohibírselo
por completo, simplemente no comerlo cerca de un ensayo o de una actuación. Y si ya has caído en la enfermedad (como yo
ahora), simplemente descansar, relajarse
y no exigirse demasiado, ir al médico si es necesario, “permitirse” algunos errores que no suceden de
ordinario. Suena muy fácil, pero no lo
es. EN este sentido, la técnica y la mente son la espada y la armadura de la caballería vocal.
¡Gracias por leer este artículo! Recibir comentarios es mi
deporte favorito :)
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