¡Hola! ¿Cómo están? Hoy
quiero mostrarles algo que he escrito con relación a mi experiencia
estudiando en el extranjero. ¡Espero que les guste!
En medio del ruido de las turbinas y el ocasional llanto de
un bebé a unos asientos de distancia, escuchamos y sentimos de pronto el pose
de las ruedas en tierra. Por fin estaba
en suelo Cruceño, por fin ocurría
lo que tanto había estado esperando. Mientras el avión se detenía en el lugar
que le correspondía, pensé en todo lo
que había vivido hasta entonces; el primer día de la universidad, con otro
idioma, otra cultura y mi timidez añadida; las amigas que fui conociendo, los
trabajos que hicimos juntas, las risas, el cariño y las impresiones que compartimos, las dos
fiestas a las que fui, ambas muy diferentes entre sí pero muy divertidas y distintas de lo que
estaba acostumbrada; los momentos difíciles que pasé, las crisis, los llantos y
todos los pensamientos que tuve, el sufrimiento, las ganas de abandonar, la
sensación de no poder más y, siempre, el verme continuando. Pasé momentos muy
difíciles y muy gratos. Y ahora estoy aquí, para disfrutar de mi familia, de mi
perrita y de mi tierra, para volver a la
batalla con energía renovada.
Recuérdenlo, los comentarios me hacen feliz. ¡Hasta pronto y
gracias por leerme!
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