¡Hola! ¿Cómo están? He vuelto, después de tanto tiempo… En
mi vida han pasado muchas cosas. He mejorado en el canto, más de lo que podría
imaginar, y el año pasado he conseguido
cantar “and I am telling you” de Jennifer Hudson.
Con respecto a la escritura, la he tenido abandonada por un
tiempo, pero ahora estoy bastante activa en ello, haciendo un taller de escritura.
¡Me siento muy animada con él!
EN relación a la lectura, he continuado leyendo, a veces más
y a veces menos, más rápido o más lento, pero prácticamente sin pausa.
Y por eso quiero compartir la reseña de un libro que me ha
enganchado mucho de un autor que, qué curioso, es español pero tiene un nombre
inglés. “el brillo de las luciérnagas”, de Paul Pen.
Tengo diez años y llevo toda mi vida dentro de este sótano.
Vivo en la oscuridad con mis padres, mi abuela, mi hermana y mi hermano. Todos
están desfigurados por el fuego. Mi hermana lleva una máscara blanca para tapar
sus quemaduras, porque papá dice que su cara podría asustarme. Me gusta mi
cactus. Me gusta leer mi libro sobre insectos. Y tocar durante horas el único
rayo de sol que se filtra por una rendija del techo. Pero desde que mi hermana
tuvo al bebé, todos actúan de forma extraña. Creo que me cuentan mentiras sobre
quién es el padre, sobre el Hombre Grillo que acecha por las noches, sobre lo
que sucedió antes de que yo naciera, sobre por qué estamos aquí encerrados. Por
lo menos tengo a las luciérnagas. Llegaron hace unos días al sótano y las he guardado
en un bote. Como dice mi abuela, no existe criatura más fascinante que aquella
que es capaz de crear luz por sí misma. Esa luz me anima a conocer el mundo
exterior, escapar, descubrir qué le sucedió a mi familia. Lo malo es que aquí
todas las puertas están cerradas. Y no sé dónde voy a encontrar una salida...
Para mí, un libro atrapante desde el inicio. La perspectiva
ingenua y las reminiscencias que lo son aún más de un niño de diez años, el misterio
de la familia quemada, el hito que marcan las luciérnagas, la rutina de los
escondidos, la máscara de la hermana, el nacimiento del bebé, el trasfondo de
toda la situación, esos son interrogantes que hicieron que no pudiera parar de
leer. Y no puedo decir más, aparte de que la historia no deja cabos sueltos y
se resuelve magistralmente. Si les gusta este género, se los digo encarecidamente,
¡lean “el brillo de las luciérnagas!
Ahora viene la segunda parte de la entrada. EL “no texto”,
con el que he aprendido a través de la negativa lo que son la coherencia
y la cohesión y en el que me he
divertido tanto.
Hacía calor y teníamos hambre. Luego la llevamos al jardín,
porque era muy frío y oscuro. Se le hizo
largo el camino dentro de la casa, para jugar con los niños, en el congreso de
Uruguay y nunca más la vio. Se moría de ganas de ir al baño; ¡cantas excelente!
Deja de correr, luego fumamos dos cajetillas de cigarros. Me creía lo máximo,
jugabas al golf, rompieron doce huevos en el patio de atrás. ¡detente! Porque los peces bebieron de esta leche, hay
dolores en el mundo, no sirven las baterías, sus camas están deshechas. NO es este el momento, cambié la
configuración del teclado. Me levanté airada,
quema papeles importantes. Odiamos la música, la besé enojado, lo
olvidaron todo.
¡Hasta pronto y muchas gracias por leerme!
¡Hola Natalia! Me ha encantado tu narración y me convenciste a leer el libro que recomiendas, ¡Es uno de mis géneros preferidos!
ResponderEliminarLa segunda parte de la entrada, simplemente ¡genial!
¡Hola! Muchísimas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya convencido. Créeme, no te arrepentirás.
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