¡Hola! Soy yo otra vez; he decidido publicar ahora porque
estaré un tiempo sin internet y no quería dejar pasar esta idea.
La primera vez que escuché este concepto fue en kung fu,
cuando teníamos que hacer los ejercicios de una manera (como lo dice el título)
lenta y, por tanto, dolorosa. Después, en el aprendizaje del piano, me di
cuenta por experiencia propia (equivocándome,
perdiendo tiempo y haciéndolo mal) de que lo mejor es tocar las piezas lenta y
correctamente, una y otra vez, hasta que el cerebro las asimile sin errores y que después solo necesitemos concentrarnos
en aumentar la velocidad. Recuerdo
muy claramente un concierto de las cuatro estaciones de Vivaldi en el que se
veía a las claras que el violinista había empezado tocando rápido y mal, y
había grabado los errores en su mente. Las notas eran todas imprecisas, no sonaban
bien y no se entendía el conjunto.
“La práctica hace al maestro”; y una buena práctica, lenta
cuando sea preciso, cuidadosa, concisa y
efectiva, nos ayudará a llegar antes al objetivo deseado.
Y ahora sí, esto es todo por hoy. Recuérdenlo, ¡los
comentarios me hacen feliz!
Me gusta mucho como escribes Natalia!👌
ResponderEliminarLento y doloroso, como todo lo que vale la pena en esta vida
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